Es un tiempo que se caracteriza por la espera y la esperanza y desde ALC nos recuerdan algunas de sus características contando que el tiempo de Adviento (Lat. Adventus, advenimiento, venida o llegada) fue señalado desde los primeros siglos del cristianismo como una época especial de preparación para la fiesta de Navidad o Natividad de Jesús, el Hijo de Dios.
Durante este tiempo, la iglesia se prepara para la celebración litúrgica anual del nacimiento de Jesús. Este evento ha tenido un carácter penitencial muy marcado con un llamado al arrepentimiento. Sin embargo, en los tiempos presentes en que vivimos con tantas preocupaciones y nuevas dificultades que enfrentamos de la alimentación, cambios climáticos, enfermedades y pandemia, la nota de la esperanza gozosa de la venida del Redentor nos anima y fortalece.

También nos recuerdan que el tiempo de Adviento ha sido considerado como la primera estación litúrgica del año; de tal manera que con este tiempo se inicia el año litúrgico: Adviento, Navidad, Epifanía, Cuaresma, Pascua, Pentecostés. Es todo un peregrinaje espiritual caminando con Jesús.
Para marcar el paso de la semana de Adviento y acompañar las reflexiones y acciones se usa la corona de Adviento. Y se enciende cada semana de Adviento el número de velas correspondiente: una la primera semana, dos la segunda; etc. En la Navidad se enciende la vela mayor en el centro, después de haber encendido las anteriores. La luz y el calor de las velas representan la proximidad del nacimiento de Jesús, la Luz del mundo.
La espera es a la vez una disposición y una actividad primaria del ser humano. La función primaria y más esencial de la vida. En cuanto ser viviente, el ser humano no puede no esperar, existe y tiene que existir esperando. La espera es vivir en esperanza, porque la vida sin esperanza es difícilmente pensable.
Durmiendo o en vigilia, vivir es para el ser humano espera, y esperar es moverse apasionadamente hacia el futuro con esperanza.
Así que, la época de Adviento nos invita a esperar y a vivir con la seguridad de la esperanza que nos proporciona la llegada del Niño de Nazaret.
En este artículo nos sugieren para esta etapa de Adviento la reflexión de varios pasajes bíblicos que nos motivarán para una espera esperanzadora.
1-Adviento nos brinda esperanza: Isaías 9:1-7: “Porque nos ha nacido un niño, Dios nos ha dado un hijo, al cual se le ha concedido el poder de gobernar, y le darán estos nombres: Admirable en sus planes, Dios invencible, Padre Eterno, Príncipe de la paz” (Isaías 9:6). Leer también Romanos 4:18:” Cuando ya no había esperanza Abraham creyó y tuvo esperanza”. Adviento es la estación que nos da esperanza. Tiempo de vivir la fe con esperanza. Sentir a Dios como futuro absoluto.
2-Adviento nos brinda paz: Lucas 2:8-14: “! ¡Gloria a Dios en las Alturas! Paz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor” (Lucas 2:14)
3- Adviento nos ofrece alegría: Lucas 2:15-20:” los pastores, por su parte, regresaron dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo sucedió como se les había dicho”. Adviento, tiempo de vivir la fe con alegría.
4- Adviento nos ofrece amor: Lucas 3: 10-18:” De este modo y con y otros muchos consejos, Juan anunciaba la buena noticia a la gente” (Lucas 3:18). Adviento nos anuncia el peregrinaje del amor en la compañía de Jesús de Nazaret.
5- Adviento es tiempo de consolación: Isaías 40:1-11: ” El Dios de ustedes dice: consuelen, consuelen a mi pueblo; hablen con cariño…”(Isaías 40:1). Adviento es tiempo de consolar, de confortar y de animar.
Meditemos en este poema de Tagore:
Él viene siempre
Viene sin cesar nuestro Dios encarnado
Él vine de día, Él viene de noche
Lo espero por la puerta, Él viene por la ventana
Lo espero en la alegría, Él llega con su cruz
Él viene en la abundancia,
Y aún más en la pobreza
Él viene cuando es deseado,
Y surge cuando ya no lo espero
Él viene por su Palabra y la Eucaristía,
Con todos sus misterios.
Él viene en el silencio, en la brisa apacible.
Él viene también en la multitud y en el ruido.
Él viene en todos esos rostros reencontrados,
A través de las horas
Él viene a cada instante,
Mas mis ojos son incapaces de reconocerle.
Él viene, él viene siempre…
Yo siento sus pasos de oro sobre el camino.
Él viene, Él viene, Él viene siempre.